Filosofía de un «Serendipier»
En muchas de nuestras presentaciones de nuestra querida red social Instagram donde publicamos muchas de nuestra novedades, vereis que siempre saludamos con un «¡Hola Serendipiers!» y es que es nuestra seña de identidad.
Pero… ¿Quiénes son los Serendipiers?
Pues como todos tenemos nuestro niño o niña interior, a veces tenemos que forzar ese recuerdo a nosotros mismos, quitándonos esa capa pesada de la edad adulta que nos tapa la visión de un mundo vibrante lleno de colores y fantasía.
Todos somos Serendipiers desde que nacemos, en el momento en el que estamos en el carrito, desde que damos nuestros primeros pasos, cuando decimos nuestras primeras palabras, comenzamos el cole, hacemos nuestros primeros amigos…
Pero nunca dejamos de ser, porque un Serendipier también es ser adolescente y disfrutar de los los pequeños primitos, los sobrinos, los recién nacidos de la familia…
Ser un Serendipier es convertirse en adulto y querer disfrutar de traer un nuevo Serendipier al mundo y verle crecer alegre y feliz.
Ser un Serendipier es ser tía, tío o tener amigos que han sido papis de un hermoso bebé y querer darle los regalos más divertidos porque los queremos y deseamos que crezcan con alegría y color a su alrededor.
Ser un Serendipier es ser abuela, ser abuelo y que les caiga una lagrimita de ilusión al ver como tus niños de la casa pasan ahora a ser responsables de una nueva personita. Eso conlleva de nuevo, impulsarse por la ilusión de la vida, por esa sonrisa que nos ofrecen los bebés que a todos nos derrite.
Pero lo más importante de ser Serendipier es disfrutar de la vida, porque estamos en un viaje largo que no debemos desaprovechar, que debemos vivir, saborear y mostrar aquello bueno que tiene a los más pequeños de la casa.
¡Ser Serendipier no requiere una edad, requiere ganas de ser feliz!